
06 May Cómo Lograr una Carne Jugosa sin Esfuerzo
Uno de los mayores desafíos al cocinar carne en el horno es evitar que se reseque. Un truco poco conocido pero muy efectivo es el método del horno apagado.
Después de asar la carne a alta temperatura (200°C) durante unos minutos para sellarla, baja el fuego a 120°C y cocina lentamente hasta que casi alcance el punto de cocción deseado. Aquí viene el truco: apaga el horno y deja la carne reposando dentro por 15-20 minutos.
¿Por qué funciona? El calor residual sigue cocinando la carne de manera uniforme sin que pierda sus jugos, permitiendo una textura tierna y una distribución homogénea del calor. Este truco es ideal para cortes grandes como el solomillo o el costillar de cerdo.
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